lunes, 27 de diciembre de 2010

EL HOMBRE INVISIBLE

El siguiente fragmento pertenece a EL HOMBRE INVISIBLE, de H. G. Wells. Es una carta que Griffin (el hombre invisible) le manda a Kemp (un amigo que lo traiciona):

Te has mostrado extraordinariamente enérgico y astuto, aunque no consigo imaginar qué piensas salir ganando con ello. Te has vuelto en contra mía. Durante todo un día me has perseguido, has intentado robarme mi descanso nocturno. Pero, a pesar de todo, he comido, he dormido, y el juego no ha hecho más que empezar. El juego está empezado. No hay más remedio que dar comienzo al Terror. Esto anuncia el primer día de Terror. Port Burdock ya no obedecerá a la reina, díselo así al coronel y a todos los demás; me obedecerá a mí…, ¡el Terror! Este es el día primero, del año I, de la nueva era, la Era del Hombre Invisible. Yo soy el Hombre Invisible Primero. El principio será muy sencillo. El primer día habrá una ejecución para que sirva de escarmiento…, la de un hombre llamado Kemp. La muerte le llegará hoy. Podrá encerrarse con llave, esconderse, rodearse de guardias, ponerse una armadura si lo desea… La Muerte, la Muerte Invisible se cierne sobre él. Que tome precauciones; pero no conseguirá con ello más que impresionar al pueblo con mi poder. La Muerte surgirá del buzón de correspondencia al mediodía. La carta caerá en su interior cuando se acerque el cartero. El juego comienza. La Muerte llega. No lo ayuden, pueblo, si no quieren que la Muerte caiga también sobre ustedes. En el día de hoy Kemp ha de morir.


"H. G. Wells constituye no un literato sino una literatura por sí mismo." Jorge Luis Borges

martes, 21 de diciembre de 2010

THE WÖRLD IS YOURS

A escasos días de su lanzamiento (en Europa), The wörld is yours, el más reciente disco de Motörhead, está pateando traseros.

Y es que a diferencia del 2009, donde salieron grandes discos de metal (Megadeth, Slayer, Mastodon), en este 2010 que agoniza prácticamente no figuró el género. Pero, como siempre, Motörhead vino a salvarme el año.

Si te estás preguntando quién diablos es Motörhead, puedes ver unos videos aquí y acá, y/o puedes checar su sitio. Resumiendo, la banda se formó en 1975 (nunca han parado) y han grabado (oficialmente) 28 discos. Su sonido es una mezcla de punk, metal y rock and roll. Está integrada por Lemmy Kilmister: el legendario e icónico bajista, cantante y fundador (si no sabes quién es, no eres metalero), Phil Campbell en las guitarras y Mikkey Dee en la batería.

Motörhead tiene un sonido muy bien definido, así que no esperes cambios radicales o experimentaciones de un disco a otro. We are Motörhead, and we play rock and roll, suele decir Lemmy al inicio de sus conciertos.

¡Y vaya que tocan buen rock and roll! The wörld is yours es la prueba.

Con sólo observar la portada del disco uno sabe que está en terreno peligroso si sus oídos han sido embrutecidos por el pop. Breviario cultural: en casi todas las portadas de sus discos figura el famoso Snaggletooth (o Warpig), creado por Joe Petagno.

El disco abre brutalmente con BORN TO LOSE Stand Up! Bite your tongue, hell coming and it won’t be long. Your wasted life, cut to ribbons with a thousand knives. Right now, right here, lose your mind, but show no fear. Burn slow, no excuse, so unkind, born to lose.

Le sigue la veloz I KNOW HOW TO DIE Say the word and I’ll be yours, save me from the killing floor... Don’t believe in miracles and I won’t even try, I know the law I know how to die.

A continuación la rocanrolera (y primer sencillo del disco) GET BACK IN LINE We are trapped in luxury, starving on parole, No one told us who to love, we have sold our souls. Why do we vote for faceless dogs? We always take the bait. All things come to he who waits, but all things come too late. We are the sacrifice, and we don’t like advice, we always pay the price, pearls before swine. Now we are only slaves, already in our graves, and if you think that Jesus saves, get back in line.

Luego la maligna DEVILS IN MY HAND I know where the lightning strikes, I know why the vampire bites, I’ve spoken with the restless dead, I know the minds of rats. And the wrong side of the tracks, I hear the devils in my head... I know where the black flags fly, I know where immortals die, I have heard the mountain giants tread, I have seen the death of worlds, I know the wizards words, I hear the devils in my head... I know the way to hell, I know the padded cell, I have seen many heroes die. I know your nightmares too, And who sends them to you, The one who makes the children cry. I see the cruel insane, I feel their unknown pain, I feel the knives inside their heads. I see we are all doomed, I see blood on the moon, I hear the devils in my head.

Después un himno a ese género que nunca morirá: ROCK N ROLL MUSIC Rock music can wake the dead. You know it’s true when it fills your head. Better remember what I said, you never get enough. When the band hits the road, that’s the time to save your soul. That’s the time to reach for the gold, you know it aint so tough. Rock n roll music is my religion; I don’t need no miracle vision. I don’t need no indecision, look me right in the eye. Rock n roll music gonna set you free? Know its gonna knock you outta your tree. Gonna get you right to where u wanna be, do it till the day I die.

Luego la reptiliana WAITING FOR THE SNAKE Black hole in the sun, I don’t like the way we always run, And if your eyes are closed I better stay awake. You sleep like an angel baby, but I know you’re truly crazy, And I think that we’ve grown lazy, waiting for the snake... Black Death in the room, you sing a different tune, and it will bring your doom, the city starts to shake. I see the world is dying, you know I sure aint lying, I see you pale and crying, waiting for the snake.

Continúa con la poderosa BROTHERHOOD OF THE MAN Slaughter, kill and fighting still and murdered where we stand, Our legacy is lunacy, brotherhood of man. We are worse than animals, we hunger for the kill. We put our faith in maniacs the triumph of the will. We kill for money, wealth and lust, for this we should be damned. We are disease upon the world, brotherhood of man.

Después la machacante OUTLAW Live or die, win or lose, can’t be sure, no excuse. In the street a man lies dead, another dreamer bloody red. Just in time, lightning speed, frozen moment, time to bleed. Know it’s all about to change, try, die, or live again. Born to die, we all know that, today you know the first is last.

Sigue la rompe-cuellos I KNOW WHAT YOU NEED Can you play the traitor? Can you make men believe? Will you to turn and laugh as they burn, I know what you are, I know what you need. Can you play the dead man? Can you cease to breathe? Will you cry when you’re buried alive? I know what you are; I know what you are, I know what you need, I know what you need.

Y cierra con la rocanrolerísima BYE BYE BITCH BYE BYE You don’t know a goddamm thing about the real world, Here’s a short sharp lesson, and I mean every word. You tell me that you love me but I’m just some other fool, So bite the bullet, eat your words, I’ll teach you the rules. Gonna make a fool of you watch out. Make your life a misery; make you shut your mouth. Gonna tell a tale on you, make your blue eyes cry, Then you know it’s adios, bye bye bitch, bye bye.

The wörld is yours es un disco que se puede escuchar de principio a fin, sin adelantar alguna rola y sin dejar de agitar la mata.

Sí, Motörhead, el mundo es nuestro... y ustedes son los líderes.

lunes, 13 de diciembre de 2010

LOS FLAMING LIPS

Los Flaming Lips lo volvieron a hacer: talento, creatividad, buena vibra...

La noche del 11 de Noviembre, fueron los encargados de cerrar el Rockampeonato Telcel (que resultó ser todo un fiasco: ninguna banda era de rock duro y/o metal y la banda ganadora fue la que peor sonó y a la única que abuchearon...). Pero nada de eso importaba, no nos interesaba ver a Los Odio o a los posers de Reactor, Café Tacuba o Moderatto en el "jurado"... La Rumu y yo sólo queríamos ver a los Flaming Lips.

Hace un par de años se presentaron en el MOTORKR (después de Paramore, guac...) y sorprendieron con su set "festivo" y por que, a pesar de contar con tal sólo cincuenta minutos, trajeron todo su "equipo" (incluida la famosa burbuja). En esta ocasión no fue la excepción: trajeron TODO. Pero no se repitieron. El setlist fue totalmente diferente, nuevos videos, animaciones, botargas, y una discoball gigante.

Para mi (grata) sorpresa, tocaron varias rolas del EMBRYONIC: su más reciente disco (doble) de estudio (sin contar el homenaje al Dark side of the moon) y probablemente el más difícil de escuchar. Pero las canciones sonaron espectaculares en vivo.

Las rolas más coreadas fueron SHE DON´T USE JELLY, THE YEAH YEAH YEAH SONG, YOSHIMI BATTLES THE PINK ROBOTS, RACE FOR THE PRIZE (donde, al más puro estilo argentino, coreamos la melodía) y, obviamente, DO YOU REALIZE?

Todo comenzó con el video de una chica desnuda que, al sentarse y abrir las piernas, dejó salir por su vagina sicodélica a cada uno de los integrantes y Wayne, protegido con su burbuja, nadó por las peligrosas aguas mexicanas.

Globos gigantes, serpentinas, papelitos, humo, luces y un oso violento que cargó a Wayne durante toda una ocasión.

Unas manos gigantes para abrazarnos, protegernos e iluminarnos.

¡Todo un viaje!

Ya se está volviendo costumbre que en mi "top ten" de los eventos del año los Flaming ocupen el primer lugar.



Si no sabes quiénes son o quieres ver más de los Flaming Lips, selecciónalos en ETIQUETAS.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

EL ESTANQUE

Estos últimos días he estado re-leyendo la obra de Emiliano González y me resulta imposible encontrar las palabras que le hagan justicia a tan deliciosa lectura. Prefiero compartirles más de su obra.

El siguiente fragmento es de EL DISCÍPULO: una novela de horror sobrenatural perteneciente al libro CASA DE HORROR Y DE MAGIA.

Nuestro personaje principal, después de compilar una antología del cuento de miedo en español, viaja a Londres en donde encuentra un libro llamado DARK CHAMBERS (1926): una vieja colección de cuentos macabros de autores como Machen, Fitz James O´Brien, Maupassant, Blackwood, Eric Stenbock y Aurelio Summers (que fascinó a nuestro personaje). Después le hicieron llegar EL SÁTIRO, libro al que pertenecía el cuento (La maldición) incluido en la antología. Además de La maldición, el libro contenía otros siete relatos breves. Esta es la descripción de uno de ellos:

En "El estanque", un joven hereda la casa de un antepasado loco. Hace restaurar todo, excepto el jardín interior, cuyo descuido salvaje le fascina. Una tarde explora el jardín, se sienta al borde de un estanque enlamado y con una rama empieza a jugar con las lamas. Lo que va descubriendo le fascina: el espejo negro de las aguas no refleja los sauces llorones del jardín sino los muros de un palacio extraño. Atrás, un maravilloso cielo violeta. Le aterra y seduce a la vez. El joven cede a la tentación y entra en el agua. Se sumerge en el hondo estanque pero siente un intenso dolor de cabeza que lo obliga a volver a la superficie. Cuando sale se halla en el otro mundo, bajo el cielo violeta. Deja el agua, empapado. Mira el estanque: refleja los sauces llorones del jardín abandonado. Empieza a examinar el edificio pero entonces percibe al perro: un gigantesco sabueso negro que ha surgido de las tinieblas. Para protegerse entra al edificio, cierra la puerta y se asoma por una ventana enrejada. El gigantesco perro empieza a beber, con una sed inmunda, el agua del estanque, y con ella se bebe el reflejo. Luego, clava sus pupilas en los ojos del joven. Éste comprende que el perro tiene hambre, un hambre fatal, y que pronto empezará a arañar y a morder la puerta... El joven, ya enloquecido, mira a su alrededor. El recinto está lleno de esqueletos, y Summers nos deja con el atroz concierto que forman las mordidas y los zarpazos del monstruo y los aullidos del joven.


Si quieres leer más de Emiliano González, selecciónalo en Etiquetas.
Si quieres una copia de LOS SUEÑOS DE LA BELLA DURMIENTE (prácticamente imposible de conseguir físicamente) en PDF, deja tu correo en comentarios.

lunes, 6 de diciembre de 2010

52 MIC (2)

DEL PERDÓN AL OLVIDO (Life during wartime), en parte secuela y en parte variación de FELICIDAD, inicia con una excelente escena. Lamentablemente, aunque conserva un buen nivel, no logra repetir esos primeros minutos.

MATERIA BLANCA (White material) es la historia de una familia (blanca) francesa que se establece en África y exportan café. El problema es que está a punto de iniciar una guerra civil. Isabelle Huppert, que recordamos en La pianista, se lleva (una vez más) la película.

LOS GATOS PERSAS (Kasi az gorbehaye irani khabar nadareh) es el grupo que forman una pareja de chicos de Teherán, Irán: Negar y Ashkan. Pero no todo será tan fácil: tendrán que conseguir pasaportes, visas, músicos y, sobretodo, lidiar con las autoridades. Acá pueden ver y escuchar más.


DE DIOSES Y HOMBRES (Des hommes et des dieux) es otra historia de franceses en África (basada en eventos reales). Ocho monjes deciden permanecer en el lugar a pesar de los problemas que se avecinan. El ritmo lento y los cantos gregorianos de los monjes harán que cierres los ojos más de una vez.

LOS NIÑOS ESTÁN BIEN (The kids are all right) nos presenta a un matrimonio homosexual (Julianne Moore y Annete Bening) que recurren a un banco de esperma y cada una, con un par de años de diferencia, se insemina con el semen del mismo tipo (Mark Ruffalo). El problema se presenta cuando la hija mayor (Mia Wasikowska) quiere saber quién es su padre. Divertida, aunque el final es muy rosa para la familia y muy manchada con el padre.

UN FILME SOCIALISTA (Film socialisme) de Jean-Luc Godard es de los pocos filmes en que he abandonado la sala...

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS (You will meet a tall dark stranger) es lo nuevo de Woody Allen. Varias historias que se entrelazan y que al final, sólo les va bien (con mucho sarcasmo) a los crédulos. Divertida, aunque me gustó más WHATEVER WORKS.

TETRO de Francis Ford Coppola tiene una fotografía (blanco y negro) y una música espectacular, pero, corriendo el riesgo de herir susceptibilidades, la historia me parece digna de una telenovela del canal de las estrellas...


DULCE HIJO (Szelíd teremtés) dice basarse en Frankenstein. La fotografía y las locaciones son espectaculares, pero la historia, además de lenta, es incongruente y pretenciosa. El director, hace el papel de un personaje que es, sí, un director...

EL AMOR DE MI VIDA (Brightstar) es la historia de John Keats. La fotografía, la música, la ambientación y la poesía son excelentes, pero la historia de amor raya en la cursilería.

jueves, 2 de diciembre de 2010

PISCIS

PISCIS
Erika Mergruen

Lo más tentador era perderse en la espiral de aquella caracola nacarada. Tal vez el efecto de refracción del vidrio y el agua la hacían más sorprendente a la vista. Podía uno sentarse frente a la pecera y dejar pasar los minutos sin ninguna otra preocupación que ver a los peces que la habitaban.

Unos minutos para admirar la ondulación de las aletas violáceas; para ser testigo de las escaramuzas entre dos especímenes anaranjados; para espiar la seducción cadenciosa de otra especie. Y finalmente despedirme tras arrojar hojuelas a los peces, observar las diminutas y ávidas bocas, y creer haber descubierto en el reflejo de sus ojos la gratitud de una mascota que ha sido premiada por su espectáculo.

En el inicio conversaba sobre mi nuevo hobbie, teorizando sobre la paz interior y el control sobre el estrés que una pequeña pecera podía ofrecer. Algunos amigos bromeaban sobre la posibilidad de adquirir una pero con sirena incluida, otros confirmaban eruditamente el cambio provocado en mi estado de ánimo felicitándome por mi reciente adquisición.

Una vez que el hábitat artificial quedó bien establecido, dedicaba los ratos libres a ir de acuario en acuario para buscar nuevas especies y lograr armar en mi cubo de vidrio una amalgama de formas, colores y ojos agradecidos. No todas mis nuevas adquisiciones tuvieron éxito, algunas duraban apenas unos días o sólo un par de semanas. Todos aquellos cadáveres gelatinosos y huidizos tuvieron el más decoroso funeral que podía ofrecerles: un paseo por el corredor, exhibidos sobre mi palma, una despedida mental mientras caían al WC y la orquesta del remolino que ejecutaba un requiem acuático. El pase automático al limbo de las cañerías.

No era el personaje más sociable del círculo lo cual no anulaba mi cualidad de impecable anfitrión. Los amigos preferían mi casa como sede de reuniones eventuales. Mi pecera comenzó a ser el punto central de éstas, todos los conocidos preferían quedarse unos minutos contemplándola, y halagar a su creador, antes de ir a servirse los tragos obligados de una velada exitosa. Algunos amigos preguntaban sobre las especies de peces, otros deseaban conocer el origen de la enramada de coral; y los menos me advertían supersticiosos que los peces, en la casa, atraían la mala suerte. Creencia ésta un tanto absurda, pues basta imaginar los cientos, o tal vez miles de familias que viven de peces y pescados y, que yo sepa, no existe registro alguno sobre rachas aciagas en sus vidas.

La adquisición de libros y de artículos novedosos para acuarios se volvió un rubro importante en mis gastos fijos: Guía de los peces tropicales, La ambientación de un acuario, una aspiradora de pilas, grava traslúcida, algas importadas de Japón. Y la que fue la más afortunada de las compras: luz natural para la noche. La luminosidad que despedía mi pecera inundaba la sala y recorría cada centímetro de mi departamento como si en cualquier momento algún pez pudiera deslizarse por el corredor rumbo a la cocina y dar un coletazo a la estatuilla del recibidor. Paulatinamente, cambie mis reuniones por más momentos solitarios frente a la pecera, y las voces y la música ambiental por el silencio perfecto de mis mascotas.

Me parece que el primer indicio de rechazo hacia mis congéneres fue en el banco, en el preciso instante en que la cajera extendió su mano para darme un comprobante. Aquella piel me pareció desnuda, tremendamente opaca, de una resequedad repulsiva, como un trozo de esos pollos desplumados que exhiben pecaminosamente su color de muerte. Tuve que concentrarme para evitar el roce más nimio de sus dedos; aquella piel repugnante con la cual también yo estaba recubierto.

La situación se hubiese vuelto intolerable de no haber reorientado mi afán observador. Cuántos detalles pasan inadvertidos ante nuestros ojos por la simple razón de no buscarlos, o no tener los parámetros necesarios para reconocerlos. He visto por las calles cardúmenes enteros, piernas dorsales, ojos abultados y bocas pequeñas que aceptarían gustosas un puñado de hojuelas. En algunos casos podría asegurar la existencia de opérculos en los cuellos que de haber abierto cuidadosamente develarían agallas húmedas y enrojecidas.

Pero todavía no logro tolerar del todo el estruendo de sus voces, su parloteo que lo envuelve todo, a veces estallando en carcajadas, otras carcomiendo con cuchicheos y rumores. La culpa es del aire, elemento inconsistente donde todo viaja para estrellarse contra los muros y los vitrales. Si inundásemos nuestras ciudades tendríamos hábitats silentes, apenas perturbados por el burbujeo y las piedras que resuenan en las frezas. Entonces no habría necesidad de correr a casa.

Aquel día acababa de entregar los documentos de un nuevo contrato, al salir del edificio de oficinas descubrí un pequeño acuario en la acera de enfrente. Crucé la avenida. Me detuve ante el cubo de los peces marinos para observar las anémonas adheridas a unas rocas. Se escondieron, mas pasados unos segundos aparecieron mostrando su interior rosado y carnoso. Pasé a los estantes, hojeé un libro, y dejé que mi curiosidad buscara alguna novedad. Encontré un sistema de burbujas de ornato. Ya había entregado el efectivo al encargado cuando los vi, nadando de un lado a otro, desacompasados, pequeños y de un plateado ordinario.

Me dijo que eran los últimos del lote por lo que resultaban una ganga, le comenté sobre las otras especies que vivían en mi pecera y me aseguró que aquel par no representaban ninguna amenaza, eran de una especie muy adaptable. Los llevé a casa. En el trayecto cierta decepción me inundó. Aquellos peces tenían una simpleza absurda. Pero en mi universo creado podrían aportar un nuevo movimiento, su ir y venir era vertiginoso.

Unas semanas después, el primer pez anaranjado desapareció. Me asomé por todas las paredes de la pecera, pensé que estaría muerto y se habría enterrado, moribundo, en la grava. Ciertos peces se avergüenzan de su propia muerte, en eso son tan humanos.

Dejé caer la taza de café. La luz del sol iluminaba la pecera como si quisiera delatar al culpable: el cuerpo mutilado de un pez ángel se negaba a descender hasta la grava e insistía en flotar y enturbiar el agua con su carne blanca. Los peces plateados nadaban veloces sin detenerse, de un lado al otro, desacompasados, como lo hacían desde el primer día. Ese hecho aislado fue sólo el preludio del genocidio.

Dejé de traer nuevas especies a casa. Sólo duraban un día para enseguida desaparecer sin dejar rastro. Me resigné a que, uno a uno, los peces se extinguieran. He de aclarar que mi resignación no fue producto de la apatía, sino de un dejo de morbosidad; o de ese instante de taquicardia cuando, cada mañana, caminaba por el corredor adivinando cuál habría sido la víctima o si encontraría algún vestigio de lo que fuese un cuerpo escamoso y colorido, mientras ellos se deslizaban de un lado a otro, veloces y desacompasados.

Probé darles mayor cantidad de hojuelas a aquellos bólidos implacables. Derrotado, me senté frente a la pecera para ver, por primera vez, cómo devoraban al último de los habitantes originales.

Dos días después la zozobra se convertiría en sorpresa atroz. Entré a mi apartamento. Frente a la pecera, sobre la alfombra, uno de los peces plateados yacía muerto. Lo tomé no sin sentir cierta fascinación. Lo arrojé al limbo de las cañerías. Regresé a contemplar al sobreviviente. Por primera vez el pez estaba estático, quieto, desconcertado ante la soledad. Lo miré con detenimiento. El inmundo ictiófago me sonrió.

Fue entonces cuando tomé la red y sin titubear, lo pesqué. Lo introduje rápidamente a mi boca. Lo mordí, lo mastiqué, saboreando aquella carne turgente y fría, y apenas percibí su movimiento de mariposa presa en mi paladar.

El agua de mi pecera se evapora. Ningún sentimiento de culpa me atormenta. Ahora los observo desde mi ventana, cientos de cardúmenes que caminan por las calles. Cada día me alimento pero el hambre nunca se sacia. Aún somos dos, yo y el que siempre sonríe en el reflejo de la pecera que comienza a verdear.


Erika Mergruen (Ciudad de México, 1967) es editora independiente e imparte talleres de literatura. Ha publicado los poemarios Marverde (Enkidu, 1998), El Osario (Ediciones del Lirio, 2001) y El sueño de las larvas (Leer y Escribir, 2006); el volumen de cuentos Las reglas del juego (Tintanueva, 2001) y La ventana, el recuerdo como relato (DEMAC, 2002) con el que obtuvo el premio Autobiografías, Diarios y Testimonios de Mujeres Mexicanas, DEMAC 2001-2002. Piscis, pertenece a La piel dorada y otros animalitos.

Aquí su blog, y acá un sitio obligado para todos los amantes de la literatura fantástica.