sábado, 19 de marzo de 2016

SOBRE DESPERTAR GÓTICO

Hoy, 19 de marzo, se llevará a cabo la primera presentación oficial de Despertar Gótico, un cuento/objeto publicado por Svarti Ediciones.

Como no podré acudir porque sigo de este lado del charco, escribí algo muy breve sobre cómo surgieron las ideas para crear el cuento:


sobre
DESPERTAR GÓTICO
Miguel Lupián




Hace algunos años vi una película llamada Waking Life (Despertando a la vida), escrita y dirigida por Richard Linklater, que me impactó no sólo por su técnica de “animación”, sino también por el cuestionamiento que desarrolla sobre los sueños y la muerte. Sobre todo la parte donde afirma que durante los sueños no puedes prender o apagar las luces.

Así que cuando Jorge me comentó que quería editar un libro que “jugara” con la luz, lo primero que vino a mi mente fue esa imagen.

Luego me dijo que tendría que ser una historia breve, situación que agradecí porque, creo, ahí es donde mejor me desenvuelvo. También me dijo que tendría que ser de terror y que sería ilustrada por Pablo Peña.

Aunque me gustan mucho las películas de sangre y tripas, llevo varios años devanándome los sesos (como diría Thomas Ligotti) tratando de crear historias perturbadoras sin la necesidad de derramar una gota de sangre. Por lo que decidí basarme en el horror y no en el terror.

Pensé en un ambiente gótico porque, además de encantarme ese subgénero (pieza angular del horror actual), siento que injustamente ha sido olvidado y menospreciado (seguramente lo mismo pensó Guillermo del Toro y nos regaló la maravillosa Crimson Peak).

También quise ubicarlo en esa época para que el lector, al apagar las luces, literalmente viajara a otros tiempos donde lo sobrenatural estaba muy presente. Para ello eché mano de un lenguaje arcaico.

Por otro lado, recién acababa de escribir una minificción, “Las creaciones lunáticas de Napellus”, para la colección de Tótems de Pablo, donde mezclé sus impresionantes creaturas con elementos góticos (con mucha influencia de Gustav Meyrink). Como me encantó el resultado, decidí mantenerme en ese tono oscuro que los dos compartimos.

Para finalizar, agregué una clara referencia al dios astado que apunta Margaret Murray en El dios de los brujos, donde demuestra que la mayoría de las deidades paganas contaba con algún tipo de cornamenta.

Por supuesto que todo esto de nada hubiera servido sin la increíble visión y oficio editorial de Jorge, que logró hacer de esta historia diminuta e inofensiva una pieza monstruosa de colección.  

Edimburgo, 18 de marzo de 2016.

Si viven en Cuernavaca, dense una vuelta: