lunes, 27 de mayo de 2013

4ta FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE

En la 4ta Feria del libro independiente encontrarán tres antologías que incluyen cuentos de su servidor...







BELLA Y BRUTAL URBE
Deterioro
Ed. Resistencia





ESTACIÓN CENTRAL TRIS
Emergen
Ficticia





HISTORIAS DE LAS HISTORIAS
El trabajito
Ediciones del Ermitaño


jueves, 23 de mayo de 2013

TIEMPOS DE FURIA

Transcripción de lo que dije ayer, en la presentación de Tiempos de furia de Adán Medellín:





TIEMPOS DE FURIA
Miguel Lupián

Casas hechas de casas dentro de
casas hechas de tiempo
John Crowley



A primera vista, Tiempos de furia de Adán Medellín es una novela. Pero conforme te adentras en sus páginas la visión cambia. ¿Será acaso un cuentario-novela? Lo que sí es seguro es que no se trata de una “novela tradicional”.
Cada capítulo es un cuento: redondo, bien amarrado, que se puede leer y entender de forma individual; es un ser independiente. Mas al ir leyendo uno tras otro se crea un efecto acumulativo que genera una atmósfera brumosa, hostil. De pronto sentirás que el libro se mueve entre tus manos suavemente, como si estuvieras a bordo de una pequeña embarcación; podrás respirar la nostalgia y palpar el deterioro no sólo de los Furia sino también de Tabares y Noreste.
Estuve tentado a buscar en el mapa dicha ciudad e isla, pero desistí. Están tan bien descritas, llenas de imágenes, sonidos y olores que inmediatamente validé su existencia. Lo más interesante es que si les cambias el nombre o su posición geográfica la historia seguiría funcionando. Es más, bien se podría tratar del barrio donde pasaste tu infancia y que al regresar, después de muchos años, sientes diferente, extraño: ya no se escucha la risa de los niños reverberando en las paredes descorchadas de las casitas de uno o dos pisos, ahora reina el silencio y edificaciones altas y grises... un pueblo fantasma.
Los Furia son todo un caso. Personajes excéntricos que se pasean entre la frontera de la locura y genialidad. El texto con el que abre el libro, a manera de prólogo, es una excelente guía de lo que encontrarás:

Éstos son los nombres de los varones Furia, con su descendencia, sus familias y las casas de sus padres. Primero J. Furia, navegante, amante de piedras y lingüista, que engendró en la isla Noreste a Alonso Furia, Martín Furia y Arturo Furia. Y le nació también una hija, Sofía Furia, que no tuvo hijos.
Y de los lomos de Alonso Furia, contador, proxeneta y loco, nació Gabino Furia, negociante traidor y delirante. Y Alonso engendró también a Sergio Furia, pintor, alcohólico y mueble inmóvil, que tuvo por hijo a Mauro Furia. Y a Gabino le nació una hija, Clara Furia.
Y de la simiente de Martín Furia, músico frustrado y hombre silencioso, nacieron Sabina y Martín Furia, hijo; y este último eligió por sobrenombre Matías para rechazar la estirpe de su padre, fue diácono loco y asesino de infantes, y además engendró un hijo, Andrés Furia. Y a Martín padre también le nació, de otra mujer, Daniel Furia, que aborreció asimismo al hombre que lo engendró y no quiso descendencia.
Y Arturo Furia, antropólogo y viajero memorioso, tuvo a Héctor Furia, que fue navegante solitario, escritor desafortunado y tuvo dos mujeres. Y de los muslos de la segunda nació Diego Furia.
Éstos fueron los contados como Furia, de la cabeza de J. Furia, cuatro hijos, seis nietos y cuatro bisnietos, y engendraron luego otros hijos e hijas, que no vienen al caso.

La historia de Héctor Furia (si te dedicas a la escritura u otra labor artística) te golpeará en el hígado:

Y muchos dijeron que los escritores de verdad eran hombres como ese Furia, que usaban sus manos para algo más que agarrar su pluma o teclear de noche en sus máquinas de escribir, entre signos intangibles, sin riesgos de mareas o lagartos hambrientos o monstruos milenarios que nadan, con movimientos obsesivos y visibles a unos pocos, los ondulantes laberintos de la noche bajo el agua.

Cada cuento es sorprendente, devastador. Te hará preguntarte cómo el autor podrá superarse. Mas, para nuestro regocijo, lo hace. La herencia es una hermosa historia de venganza, en el más puro estilo de las películas de Park Chan-Wook, que te dejará con la boca abierta y tendrás que cerrar el libro, prender la televisión y ver caricaturas. Una luz imantada es una historia de amor tan profunda y dolorosa que sentirás cómo las lágrimas se estancan en tu garganta deseosas de su liberación:

No quiero ser el insecto fascinado por una luz temerosa y fría, dando vueltas para aferrarse a un cuerpo débil luminoso que lo prende y lo destruye.

Como conclusión, Tiempos de furia es una novela compuesta de cuentos que en sí mismos son novelas, y que al unirlas podremos vislumbrar el gran cuento de la vida de los Furia. Es una casa hecha de casas dentro de casas hechas de tiempo. 





lunes, 20 de mayo de 2013

viernes, 17 de mayo de 2013

BELLA Y BRUTAL URBE

El sábado 18 de mayo, a las 4pm, presentaré BELLA Y BRUTAL URBE de Editorial Resistencia en el Kiosco Morisco:





Llevaré algunas Efímeras, por si gustan...

jueves, 9 de mayo de 2013

EFÍMERA

En noviembre de 2011 se publicó EFÍMERA (Samsara), mi primer libro de cuentos. Afortunadamente, en un par de meses se agotó. Por eso decidimos hacer una reimpresión...

Efímera reúne alrededor de treinta y cinco cuentos breves, minificciones y microcuentos, todos pertenecientes a la literatura fantástica o de la imaginación.

Gabriela Damián lo explica muchísimo mejor en el prólogo:






EL VUELO DE LA EFÍMERA
Gabriela Damián Miravete


Entrar al reino de lo efímero implica perseguir una contradicción inevitable: lo perecedero, lo breve e intermitente tiene la maravillosa capacidad de perdurar en la conciencia precisamente por su condición de ráfaga, de ocasión única, de atisbo que, a fuerza de querer aprehenderlo, se recrea una y otra vez en la memoria. Sin embargo hay quienes se empeñan en señalar que la brevedad no es amiga de la trascendencia, sobre todo si se habla de literatura, pues los cánones aún establecen a la novela (o novelota, deberíamos decir o, en términos comerciales, novelotas de tres tomos para arriba) como la máxima creativa de todo escritor que se respete. No encontrarán aquí, lectores, esa pretensión de eternidad ancha y cómoda desenrollando su trama hasta entregársenos horneada en las últimas páginas, sino una inquietante pregunta, veloz y filosa, un afectuoso mordisco de sierpe dispuesto a rondarles para siempre como el fantasma de una respuesta inasible. Encontrarán, pues, la laboriosidad de un contador de historias que no teme a su propia imaginación, ni a sus declarados afectos, ni a la pesada carga de la tradición de la literatura fantástica. Encontrarán, en pequeñas estampas, iluminaciones y fantasmagorías, un placer con frecuencia rezagado a las lindes de lejanas fogatas.

Hasta hace relativamente poco tiempo, con la revaloración de grandes autores como Amparo Dávila o Francisco Tario, los lectores mexicanos de literatura fantástica se sumergían fascinados en escenarios ajenos que con la lectura se nos volvieron familiares, haciéndose costumbre que las historias ocurriesen allá lejos, como si nada extraordinario pudiera pasar en la esquina de la calle que transitamos a diario o en el oscuro armario del vecino. México, territorio de la realidad, confín de la crudeza, cielo despojado de maravillas inexistentes, tiene pánico escénico y no es protagonista del horror y el asombro en una buena porción de la literatura nacional, incluso de la más original y caprichosa que se escribe en el país.

Pero la imaginación de Miguel Lupián nos concede una tregua, una oportunidad de otear la frontera de la duda, el desconcierto, lo sobrenatural, en términos cercanos y contemporáneos. Con Efímera recuperamos la posibilidad de reconocer en nuestras propias calles y casas, en nuestra propia historia, el escalofrío de lo imposible.

La necesidad de que la fantasía irrumpa sin aviso en la vida cotidiana, de experimentar el miedo que produce la madera chirriante o el lamento de unas bisagras, el recordatorio funesto de la sangre y la muerte están en estas páginas, condensadas habilidosamente en narraciones compactas y pulcras. Pero lo que hace especial a este libro es que la voz de su autor se deja oír a través de peculiaridades que sorprenden gratamente: una pasión por los libros que habitan el espacio de cada narración de forma orgánica; una minuciosa obsesión por los nombres hipnóticos de flores, plantas y animales; un conmovedor enfrentamiento con la trampa nostálgica que encierran los álbumes fotográficos. Una debilidad por la lluvia incesante, como aquella interminable y melancólica caída de agua en cada cuadro de Blade Runner; y una minuciosa descripción de rituales de brujería y hechicería que incluso se antojan realizables, como si las puertas del mundo otro se abriesen con la mera lectura de las instrucciones mágicas (pinte círculos concéntricos con una tiza sobre la tumba deseada) descritas por Lupián en cuentos como Danza nocturna o El trabajito.

Hay también monstruosidades insólitas, como la de El Regalo, donde la idea de la Nada se revela en todo su horror, o las múltiples pupilas que acechan en el jardín de El ojo, como aquellos lirios-ojo flotando en el agua del cuento Griselda de Amparo Dávila. Domingo es un relato siniestro en el que se mezclan el olor de la mandarina con el de la sangre. En Nejapa el tono mítico y la atmósfera de un pasado perdido, evocado con la cercanía de un lenguaje preciso, nos regalan una historia que merece convertirse en leyenda verdadera a fuerza del boca a boca de los lectores que la conozcan.

Y aunque Cthulhu, la ceguera de Borges, la desenfadada brevedad cronopia de Cortázar o el espeluznante sobresalto de Ana María Shúa acompañan al autor en reconfortante tertulia, hay una habitación dentro de esta mansión efímera que cava un hoyo en las arenas de la nostalgia a la manera de Carver, o de Chéjov, pero que Lupián la ha heredado como propia con delicadeza y originalidad: Ladrón de fotografías es una pequeña joya que desgrana compasivamente los gestos de un curioso carancho que encuentra en imágenes ajenas alguna clase de consuelo.

La fantasía, deberíamos recordarlo con frecuencia, también evoca la piedad, la tristeza, la efímera alegría de las aves y los conejos. Miguel Lupián lo sabe, y ha sido generoso al compartírnosla en la existencia breve, pero memorable, de la ephemeroptera, ese insecto que aparece una y otra vez a lo largo de los siglos, aunque apenas vive unas horas para contarlo.





El precio será el mismo del 2011: $100

Si vives en la ciudad de México, nos podemos ver en un punto intermedio.

Si vives en otra ciudad, con gusto te lo mando, pero habrá que agregarle el costo de envío.

Además, al comprarlo, te mandaré por correo electrónico (en formato pdf) mi nuevo e-book de microcuentos: TRILOGÍA CTHULHU.




Informes y pedidos: miguel.lupian@gmail.com


domingo, 5 de mayo de 2013

CTHULHU

El pasado 26 de abril CTHULHU apareció en Noctambulante para platicar de Lovecraft en el cine (y reclutar súbditos, claro):