Estas son las últimas reseñas de la 51 Muestra Internacional de Cine:
DESGRACIA es una película de Steve Jacobs basada en la obra de J. M. Coetzee del mismo nombre. David Lurie (interpretado magistralmente por John Malkovich) es un profesor bastante refinado y estirado de literatura en una universidad en Ciudad del Cabo. Sólo tiene un defecto: es mujeriego. Un romance con una alumna hace que lo corran, por lo que decide visitar a su hija Lucy. Ella es un espíritu libre y aunque choca con la personalidad de David, se quieren y se acoplan. Pero es aquí donde empiezan las desgracias. Situaciones que te destrozarán y que te harán preguntarte qué harías en su lugar. Seguramente más que la actitud civilizada de David o la hippie de Lucy. La cinta transmite a la perfección la impotencia de David y te pone a pensar en los motivos que llevan a Lucy a permanecer -a pesar de todas las desgracias- en el mismo lugar. El personaje de David pasa de la cúspide opulenta intelectual al más bajo y deprimente fondo que puede haber: un refugio de perros. Es una película difícil de asimilar y que dará vueltas en tu cabeza por varios días.
GÉNOVA de Michael Winterbottom es una desgracia. La historia ya está muy gastada: un accidente termina con la vida de la madre dejando al padre al cuidado de las hijas: una adolescente y la otra, menor, con sentimiento de culpa. Esto sucede en los primeros cinco minutos, así que las opciones del director eran sufrimiento y más sufrimiento o la búsqueda de la redención. Intentó la segunda vía, pero el resultado fue pésimo. Se llama Génova porque al papá le ofrecen un trabajo en una universidad de allá. Opción que le parece viable para ayudar a sus hijas a superar la pérdida. El director muestra una ciudad con callejones peligrosos donde siempre está a punto de suceder algo, pero nunca sucede. La hija menor ve a la madre y habla con ella. La adolescente le gusta salir de reventón y darse unos toques (como a cualquier adolescente). Pesadísima. Personajes mal aprovechados. Lo único rescatable fueron las tomas, pero la mala historia las opacó.
VIOLINES EN EL CIELO es la cinta que ganó el Oscar a mejor película extranjera el año pasado. Dirigida por Yôjirô Takita, nos cuenta la historia de Daigo Kobayashi: un simpático chelista que, al ya no poder sobrevivir tocando solamente el chelo, decide darle un giro a su vida regresando, con todo y esposa, a la casa que le dejó su madre. Consigue trabajo preparando muertos. Todo esto en un tono cómico bastante disfrutable. El problema es que al ponerse seria la trama, no se las crees. La esposa parece salida de un cómic (mejor dicho, de una manga) y la historia cierra bastante cursi. Pero desde el título estamos mal. ¿Violines? En todo caso serían chelos y ¿en el cielo? más cursi no se podía. El título original era bastante bueno: Departures. Como casi toda película asiática, la fotografía es excelente y toda la representación de el arte del Nokanshi (preparación de los muertos) es impresionante.
El personaje de desgracia me impactó. Pasa del mamón hijo de puta, a un sujeto que a fuerza de desgracias termina arrodillándose. Malkovch me gustó pero me hizo reír cuando recordé la parodia de SNL.
ResponderEliminarDE Génova sólo me quedo con Colin Flirth, chale.
Chelos en el cielo me gustó pero algo en el fondo de mi corazón me dice que la voy a olvidar muy pronto.
Si, la parodia de SNL para hacerlo enojar es muy buena. Si tú te quedas con Colin, yo con la hija...
ResponderEliminarDisculpa que te corrija, pero no sé a quién se le ocurrió ponerle "violines en el cielo" a esta película. Este film japonés se titula "Despedidas" ("Okuribito" en japonés) así que... solo era una aclaración, es que no soporto que se cambien los títulos originales.
ResponderEliminarRecomiendo esta película a todo el mundo, es un film precioso que te hace bibrar.
además, "violines " denota una muestra de increíble incultura y falta de interés. Si no sabe uno diferenciar un instrumento del otro no pasa nada, yo tampoco soy músico, pero es muy grave titular así una película cuando, si la ves, te das cuenta de que lo que toca Daigo no es un violín, sino un chelo. Además, este titulo no tiene ninguna relación con el significado de la película,no trata de violines, sino de lo que se siente cuando alguien fallece.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo Rukasu, los títulos que les ponen en español son patéticos.
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