Hace más de dos meses, visitando la Argentina, encontramos en cada esquina, paquetes (novela/película) de El secreto de sus ojos. Todo mundo hablaba de ella; se proyectaba de nueva cuenta en los cines... Ganó el Oscar a mejor película extranjera... Inexplicablemente, no compramos el paquete.
Ayer, decidimos celebrar nuestro primer aniversario yendo al cine (previa cena). La cartela comercial daba pena, pero casi perdida entre tantas funciones de El príncipe de Persia y Sex and the city 2, encontramos esa película de la que todos los argentinos hablaban.
Creía que esta película sería histórica y que trataría, de nuevo, el tema de la dictadura... Me sorprendió totalmente. (Otra ventaja de no leer las sinopsis)
La historia (basada en la novela homónima de Eduardo Sacheri) fluctúa entre el año 1974 y el 2009. Benjamín Esposito (Ricardo Darín) es un abogado del Juzgado Penal que acaba de jubilarse y decide escribir una novela basada en el caso más difícil que enfrentó (y que le cambió dramáticamente la vida).
Con base en sus recuerdos nos vamos enterando de la historia: una hermosa joven, Liliana Coloto (Carla Quevedo) fue brutalmente violada y asesinada. Esposito quedó totalmente afectado, sobre todo, por el gran amor que le profesaba su esposo, Ricardo Morales (Pablo Rago) y llegará hasta las últimas consecuencias, al lado de su inseparable amigo Pablo Sandoval (Guillermo Francella), para dar con el asesino.
Después de 25 años aún quedan cabos sueltos. Esposito se vuelve a poner en contacto con su antigua jefa del Juzgado, Irene Menéndez Hastings (Soledad Villamil): una bella abogada que desde que llegó al Juzgado 25 años atrás, cautivó su corazón; nunca se lo confesó.
Poco a poco, ayudado por sus recuerdos, Esposito irá hilando los cabos sueltos hasta llegar a una aterradora conclusión.
De primera instancia, parecería un buen capítulo de CSI, Criminal minds o Cold case, pero su verdadero secreto es la forma en la que nos cuenta la historia:
Tomas cercanas, íntimas, que transmiten el verdadero sentir de los personajes.
La ambientación (en la parte de 1974) es impecable.
La transformación de los personajes (maquillaje) después de 25 años es totalmente creíble.
Excelente casting: cada uno de los personajes es brillantemente interpretado, pero el que sobresale llevándose la película es Guillermo Francella, sí, ese cómico que nos hacía reír con Poné a Francella y que recientemente lo vimos interpretar a Batuta: el promotor deportivo en Rudo y Cursi. Pablo Sandoval es un personaje muy humano: puedes sentirlo. Sus virtudes y defectos lo hacen cercano, bien pudiera ser tu tío, tu papá o tú mismo dentro de algunos años. Audaz, divertido, pero a la vez deprimente. Pieza clave en la historia.
Diálogos filosos, audaces, divertidos: totalmente argentinos.
Como mencioné, las tomas son cercanas de ritmo pausado, pero al llegar el clímax da un giro sorprendente: de una sola toma, nos pasea por encima de un estadio de fútbol (Huracán) para luego meternos a la barra (porra) donde están Esposito y Sandoval buscando al probable asesino, Isidoro Gómez (Javier Godino). Justo cuando lo encuentran, el Racing anota un gol y la barra festeja; la cámara se sacude y brinca haciéndonos sentir parte de la barra. Después seguimos a Isidoro en su huida. ¡Todo de una sola toma! Sin duda, una de mis secuencias favoritas de todos los tiempos.
Esta historia de crimen es aderezada con temas como: la (in)justicia en los países latinoamericanos, la corrupción y, sutilmente, de la dictadura.
Saldrás preguntándote si realmente cumple su cometido nuestro sistema de justicia.
Todo cuadra, no se le va nada al director (Juan José Campanella).
Emotiva, o como diría The fool: quita-risas.
Más que merecido su premio a mejor película extranjera y, en lo personal, mil veces mejor que Zona de miedo (The hurt locker).
Tienen que verla.
He disfrutado mucho leyendo tu review. Estoy de acuerdo contigo en lo que dices y me ha alegrado la falta de spoilers. Coincido en lo que dices de Francella, ademas de ser humano es comico el que el tio que hacia Pone a Francella ahora aparesca en esta peli dando clases de actuacion
ResponderEliminarGracias, anónimo. Por lo general trato de no arruinarles las películas: sólo expongo lo que me gustó y/o lo que no.
ResponderEliminarSí, Francella da cátedra.