Al decir lo mejor, me refiero a lo mejor que nos tocó ver en el fin de semana inaugural. Lamentablemente (para nosotros), las películas que deseábamos ver (Scott Pilgrim, Machete, Conocerás al hombre de tus sueños...), se estarán presentando a lo largo de la semana. La buena noticia es que a partir del 28 de Octubre se presentará lo mejor en la Cineteca y Cinépolis.
Después de cuatro horas de viaje y de una comida exprés mala y carísima en un Lyny´s (sí, todavía existen) llegamos el viernes por la noche a Morelia. Nos hospedamos en un hostal con buena onda.
El sábado, día de la inauguración, se presentarían solamente ocho películas acomodadas de tal forma que sólo podríamos ver dos.
Las escogidas fueron Mine vaganti (Una familia muy normal) y Bright star.
Con Una familia muy normal no paramos de reír. Pero esta cinta italiana dirigida por Ferzan Oztepec no se conformó con eso. Además, nos contó una muy buena historia donde conocemos a los Cantones: una familia de provincia dueña de una gran fábrica de pastas. Cada uno de sus miembros tiene un secreto, un amor prohibido. La abuela, con la que comienza y termina la película (la actriz que la interpreta de joven, Carolina Crescentini, es simplemente hermosa) se tuvo que casar con el hermano del que verdaderamente amaba y tiene una debilidad con los pastelitos a pesar de su diabetes; su hijo tiene un amorío con la masajista y, al igual que a Emilio González (gobernador de Jalisco), le da "asquito" la homosexualidad; su esposa se hace cargo de la casa y se hace de la vista gorda referente al amorío de su esposo; los dos hijos varones trabajan en la fábrica, pero a pesar de parecer perfectos, comparten un secretito; la hermana, afortunadamente para la familia, está casada, pero sus dos hijas están obesas; su esposo también trabaja en la fábrica y tiene un encanto muy apreciado por elementos del mismo sexo; la tía es la típica solterona que finge que por las noches se mete un ladrón a su habitación y, por último, un par de sirvientas muy raras. Todo se complica (más) cuando los hermanos ya no aguantan y deciden compartir su secretito. Tomasso, el menor, se sorprende con el secreto de su hermano y comienza a dudar de él mismo con la llegada de la (hermosa) hija del futuro socio. Luego llegan sus amigos (incluido el especial) de Roma, a donde se fue a estudiar Literatura aunque a la familia les dijo que Economía, y ya no pararemos de reír hasta el final.
Excelente fotografía, muy buenas actuaciones (Tomasso parece un Ray Liotta muy joven) y un soundtrack muy divertido. Altamente recomendable. Espero que llegue pronto.
Bright star es la historia de amor entre John Keats y Fanny Brawne. Keats es interpretado por Ben Whishaw (que recordamos por El perfume) y Fanny por Abbie Cornish (que veremos próximamente en Sucker punch). Además de la relación tormentosa y azotada, Keats sufre por el poco reconocimiento de su obra y a los pocos años muere.
La fotografía es espectacular; las actuaciones muy buenas; los poemas intercalados maravillosos... el único problema es que la directora, Jane Campion, bien pudo ahorrarse media hora. Por momentos la película se vuelve pesada y repetitiva.
Este es el poema que le da el título a la película:
Bright star, would I were stedfast as thou art--
Not in lone splendour hung aloft the night
And watching, with eternal lids apart,
Like nature's patient, sleepless Eremite,
The moving waters at their priestlike task
Of pure ablution round earth's human shores,
Or gazing on the new soft-fallen mask
Of snow upon the mountains and the moors--
No--yet still stedfast, still unchangeable,
Pillow'd upon my fair love's ripening breast,
To feel for ever its soft fall and swell,
Awake for ever in a sweet unrest,
Still, still to hear her tender-taken breath,
And so live ever--or else swoon to death.
John Keats.
Después nos fuimos a comer y, desgraciadamente, nos perdimos la alfombra roja... Teníamos hartas ganas de estar a unos cuantos metros de Terry Gilliam, uno de los invitados de honor, pero no se pudo y tampoco se podrá en la plática que dará en la UNAM, pues ya no hay cupo.
Por la noche, en una de las funciones al aire libre en el zócalo, vimos Océanos. Impresionante. Lejos quedaron los días en que los documentales naturales eran aburridos, con un tipo siempre hablando con una voz monótona y con imágenes de animales haciendo poco. Esta es dinámica y con muy poco choro. La experiencia en 3D debió ser magnífica. Lo único malo fue el viento gélido a eso de la media noche.
El domingo vimos Viva Zapata! de Elia Kazan. Resultó extraño ver a mexicanos interpretados por gringos, pero Anthony Quinn hizo un gran papel robándole la película a Marlon Brando, quien interpretó a Zapata.
Después, un documental infumable: Daniel Schmid: le chat qui pense de Pascal Hoffmann. Reconozco que desconocía la obra del director Schmid, pero el documental, en lugar de entusiasmarnos para conseguir su obra, amodorra con su pascuatez.
Para finalizar, y con la esperanza de que el señor Gilliam se diera una vuelta a la sala (no lo hizo) vimos Monty Phyton y el santo grial. Hilarante. La sala (atiborrada) no paró de reír.
Regresamos a la ciudad llenos de nostalgia.
Muy buena reseña, cómo nos divertimos. Te faltó incluir la parte en que 'accidentalmente' me llevaste a un cine porno, jaja.
ResponderEliminarY sí, Keats se azotaba pero mira nada más lo que dejó escrito.
El gato que piensa fue un error. Después de los primeros 30 minutos ya no la soportaba.
¡La secuencia del baile en Una familia muy normal es GIGANTE!
Jojo, sí, pintaba mal desde el letrero: Cine Hotel.
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