sábado, 27 de febrero de 2010

TRES PELÍCULAS

Reseñas de las películas más recientes que he visto.

EL HOMBRE LOBO
Regresa uno de los monstruos más queridos: el hombre lobo. Afortunadamente se trata de una propuesta seria que respeta la mitología y que rinde tributo a esas películas de antaño que hicieran famosa a UNIVERSAL. Este es un proyecto totalmente de Benicio Del Toro. Él fue el responsable de convencer a UNIVERSAL y, es el hombre lobo. Al enterarme de que Joe Johnston (Jumanji) era el director, creí que no habría mucha violencia. Todo lo contrario. Excelentes y vastas escenas gore salpican la pantalla. Este nuevo hombre lobo, como mencioné, le rinde tributo a esas películas clásicas, o sea, es más antropomórfico. Por ejemplo: la nariz es totalmente humana. Las actuaciones de Benicio y de Anthony Hopkins están muy bien. Excelente fotografía y Johnston nos cuenta bien la historia, pero me hubiera gustado que la vuelta de tuerca hubiera sido hacia la izquierda y no hacia la derecha. Eso sí, el final está medio chafa; muy al estilo del final de Van Helsing.

ZONA DE MIEDO
Ya es costumbre que en México se nombre a las películas con los títulos más ridículos. Su título original es The hurt locker. A manera de introducción, utilizaré un fragmento de un excelente libro llamado MATADERO CINCO de Kurt Vonnegut:
... Pretenderás hacer creer que eran verdaderos hombres, no unos niños, y un día serán representados en el cine por Frank Sinatra, John Wayne o cualquier otro de los encantadores y guerreros galanes de la pantalla. Y la guerra parecerá algo tan maravilloso que tendremos muchas más. Y la harán unos niños como los que están jugando arriba...
Este es mi problema con las películas de guerra. La mayoría de estas películas nos muestran a personajes "casi invencibles" que se la pasan bien matando gente. Obvio, los chavitos querrán ser como ellos. Este es el caso con esta película. Aunque se quiera hacer creer que es un análisis de la guerra, de hecho inicia con la frase de que la guerra es como la droga, resulta muy evidente su postura gringa. Llena de clichés como nuestro personaje central (Jeremy Renner), que increíblemente está nominado al Oscar como mejor actor: típico gringo güerito, chido y chingón que ni se despeina con las bombas. Le gusta el metal y es muy macho. Totalmente unidimensional. No nos quedan claros sus motivos para estar en la guerra y, lo más cursi, de encariñarse con un niño iraquí. La directora, Kathy Bigelow, quiere mostrar la peligrosa vida de un escuadrón anti bombas en la guerra con Irak. Inicia bien, secuencias llenas de adrenalina, pero después de media hora cansan estas tomas de cámara en mano. Además es larguísima. Mencioné que es muy gringa. Esto lo vemos reflejado en que pinta a todos los iraquíes como probables guerrilleros. Todos mal encarados, esperando el momento ideal para detonar alguna bomba. Incluso los niños pueden ser niños-bomba. Otra muestra de lo panfletaria que es la película es cuando el psicólogo, típico soldado que apenas sabe disparar, los acompaña. Es muy amable, habla con los locales en su idioma, les da la mano y... ya se imaginarán. O sea, no hay que ser buena gente. El final es patético. Nos muestra lo fuera de lugar que un soldado se puede sentir al terminar la guerra, con una choteadísima escena en un supermercado con las decenas de tipos de cereales. Como si fuera más fácil desactivar una bomba que elegir una marca de cereal. Lo más grave del asunto es que al parecer la mayoría de los críticos vieron otra película. Puras reseñas positivas, es más, arrasó con los premios ingleses (otro país amante de las guerras). Lo único bueno es la secuencia de la cuál toman la imagen para el póster.

LOCO CORAZÓN
Es la historia de un músico de country venido a menos. O sea, la misma premisa que El luchador de Darren Aronofsky. Pero el director, Scott Cooper, está muy lejos del señor Aronofsky. La película es Jeff Bridges. Se luce, se regodea, da cátedra. Nos introduce en su personaje: solitario, ebrio, sin poder escribir una canción decente en años, viviendo de la gloria pasada... La película inicia muy bien retratando los antros de mala muerte en los que tiene que tocar. Pero luego se cae. Se vuelve lenta y predecible: tiene que cambiar por conseguir el amor de una mujer (Maggie Gyllenhaal). Era una excelente idea que con un director más experimentado hubiera alcanzado un mejor nivel. Jeff Bridges tiene que llevarse a casa el Oscar de mejor actor al igual que el de mejor canción (que él mismo canta).

No hay comentarios:

Publicar un comentario