Pregunta que le hace la señora Rinaldi, una vieja curandera, a un niño que sufría pesadillas en el cuento El ángel de la señora Rinaldi de Thomas Ligotti:
—¿Sabes lo que son los sueños? —me preguntó en voz baja, y acto seguido comenzó a responder a su
propia pregunta—. Son parásitos... gusanos
de la mente y el alma que se alimentan de la mente y el alma como los gusanos
ordinarios se alimentan de la carne. Y al alimentarse de la mente y el alma
también devoran el cuerpo, lo cual a su vez afecta de nuevo a la mente y al
alma, y así hasta causar la muerte. Y es que estas cosas no pueden ser
separadas, ni ninguna otra cosa. Porque todo está terriblemente vinculado y
afecta a todo lo demás. Incluso las cosas más dispares están conectadas con el
resto de las cosas. Y, por ello, si estos sueños no poseen un mundo propio que
los alimente, pueden entrar en tu mundo y poseerlo, agotarlo poco a poco cada
noche. Se apoderan de tu mundo y lo consumen. Desgastan tu rostro y los rostros
de las cosas que conoces: usan las cosas que son tuyas a su propia manera. Y
pueden utilizar a algunas personas con una facilidad pasmosa, y con mucha
dureza. Pero utilizan a todos, y siempre han utilizado a todos, porque
pertenecen a tiempos remotos, antes de que los mundos se despertasen de una
larga y desamparada noche. Y estos sueños, estas cosas llamadas sueños, siguen
actuando para arrojarnos de nuevo a aquella enorme y demente oscuridad, para
consumirnos a todos nosotros durante nuestro solitario sueño y agotarnos hasta
la muerte. Poco a poco, noche tras noche, nos arrebatan de nosotros mismos y de
la verdad de las cosas. Yo misma sé muy bien cómo son los sueños y qué pueden
hacernos. Nos hacen bailar al ritmo de sus extraños delirios hasta que estamos
demasiado exhaustos para seguir viviendo. Y ellos te han encontrado, niño, una
dócil pareja para su terrible baile.
Noctuario
(Relatos extraños y terroríficos)
Thomas Ligotti
Valdemar / Gótica
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