jueves, 12 de noviembre de 2009

LA CREACIÓN

Una historia para el Laboratorio de Cuento Fantástico.
Se tenían que utilizar todas y una sola vez las siguientes palabras:

monstruo
hacía
palabra
hueso
comer
trígono
estruendoso
enclenque
rama
silla
mariachi
naranja
extintor


LA CREACIÓN

La luna colgaba como una naranja madura del cielo inmaculado. Un perro enclenque hurgaba en los restos de la vendimia matutina algo para comer. El viento húmedo y salado agitaba la única rama casi vencida por el peso de los cuervos dormidos del nudoso árbol. Un mariachi solitario caminaba desgarbado arrastrando su gastada trompeta por el suelo adoquinado de la plazuela.

Hacía horas que, sentado en una silla plegable en medio del humilde kiosco, Euclides contemplaba la escena. Depresión, ira y deformidad se fundían en su rostro. La palabra monstruo retumbaba en su pequeña cabeza. Una piedra angulada de ónix verde apareció en su mano izquierda. La enterró de un solo movimiento en el centro del trígono azul tatuado en su antebrazo derecho. Desgarró lentamente el músculo hasta llegar al hueso. Las hormigas se ahogaron en la savia derramada.

Un seco y estruendoso ¡no! partió la noche acompañado por una ola de calor. El kiosco ardió, el árbol se chamuscó, la trompeta se fundió y el perro desapareció.

Howard se levantó de prisa en busca de un extintor, pero ya sólo quedaban cenizas. Resignado, cogió otra hoja en blanco que colocó en la máquina de escribir.

2 comentarios:

  1. Me gustó con los cambios. Sólo una sugerencia: 'ya sólo quedaban cenizas'.

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  2. Gracias, se escucha mejor como dices, ya le hice el cambio.

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