miércoles, 21 de julio de 2010

DESCANSA EN PAZ

Uno de los grandes cuestionamientos que el hombre no ha podido resolver es si hay vida después de la muerte. La religión lo afirma, la ciencia lo niega. ¿A quién creerle? Actualmente ambas carecen de credibilidad. Lo cierto es que todos moriremos. Por eso no es de extrañar que muchos artistas coloquen a la muerte en el eje central de su obra y utilicen temas como la inmortalidad o la resucitación.

Oficialmente, el resucitado o zombi es una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú. Pero desde mucho antes ya se mencionaba, como en el caso de la leyenda de Gilgamesh donde la diosa Ishtar declara furiosa: ‘Derribaré las Puertas del Inframundo, destrozaré los postigos de las puertas, y las derribaré, y dejaré que los muertos suban para comer a los vivos ¡Y los muertos superarán en número a los vivos!’ Y en la religión católica tanto Lázaro como Jesús resucitan.

En la literatura existen muchos ejemplos donde aparece el zombi o ghoul. En ‘’La historia de Gherib y su hermano Agib’’ (dentro de Las mil y unas noches) Gherib, un príncipe exiliado, combate contra una familia de ghouls hambrientos, los esclaviza, y los convierte al Islam. El propio “Frankenstein” de Mary Shelley califica como zombi. Relatos de Poe, Bierce y Lovecraft (El extraño, En la cripta, Herbert West: reanimador…). Y “Soy leyenda” de Matheson, entre muchos otros.

Pero las reglas del juego las dictó el cine. Sobre todo con las películas de George A. Romero (aunque oficialmente la primer película de zombies es “White zombie” de Halperin en 1932) que dieron pie a la creación de un sub-género dentro del cine de terror. Infinidad de películas (varias excelentes, otras no tanto) han ido alimentando la mitología de este temido monstruo. Han tratado de explicarnos las posibles causas de este extraño suceso: experimentos, accidentes, conspiraciones… pero casi todas coinciden en algo: los “muertos vivientes” son malos; algunos quieren comerte el cerebro y otros quieren matarte por el simple placer.

Así como hace algunos años se dio la “explosión” de los vampiros (tanto en literatura como en cine) ahora es el turno de los zombies.

John Ajvide Lindqvist, que maravilló a todos con “Déjame entrar” (cuya versión cinematográfica es excelente), deja de lado a los vampiros y se concentra en el tema de los zombies, o “redivivos” como los llama él. Es justo mencionar que a pesar de que recientemente salió a la venta su edición en español y parece parte de la “explosión” zombi, “Descansa en paz” fue escrita en 2005.

En “Descansa en paz” John vuelve a situarnos en Estocolmo (pero en la actualidad y en verano) y crea de nueva cuenta personajes memorables: reales, imperfectos, empáticos. Le da énfasis a los pequeños detalles como las referencias (televisión, música, literatura) propias de su cultura y, sobre todo, “dignifica” a los redivivos. Ellos no quieren matarte o comer tu cerebro, simplemente están aturdidos y quieren regresar a casa. Sí, su estado es deplorable, terrorífico y pueden llegar a enojarse, pero por otros “motivos”. El redivivo puede ser tu hermano, tu padre, tu abuelo. ¿Qué harías si la mujer que amas muere y después resucita?

Los personajes de John te transmiten la tristeza, la esperanza y la sorpresa de ver a tu familiar fallecido, vivo. Todos hemos deseado que el ser querido que estamos enterrando salga del ataúd. Ese sentimiento de “recuperar” a tu ser amado está muy claro en la novela. Tres historias de familias que tienen que lidiar con esto que se van entrelazando de forma natural y necesaria.

John no nos aclara las causas del suceso, pero no importa, lo que importa es cómo la gente lo afronta. Al igual que en la ciencia ficción, es sólo la escenografía donde se exponen temas humanos.

No encontrarás acción hollywoodense: hordas de zombies atacando la ciudad y su posterior destrucción mediante el uso de bombas o armas novedosas. Esto es real, tan real que terminarás preguntándote: ¿qué pasaría si…?

Algo muy extraño está ocurriendo en la capital de Suecia: en medio de una inusual ola de calor, la gente se da cuenta de que no puede apagar la luz ni los aparatos eléctricos. De repente, una noticia sacude a la nación: en la morgue los muertos están resucitando. ¿Qué es lo que quieren? Lógicamente, volver a casa...













Aquí vasta información de los zombies.

2 comentarios:

  1. La novela tiene otra virtud: te atrapa desde la primera página.
    Me va gustando.

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  2. Tienes toda la razón: desde el inicio te jala.
    Me faltó comentar que desde hace tiempo se tienen los derechos para hacer la versión cinematográfica. El problema es que a los productores les ofrecieron hacerla en Estados Unidos y no se han decidido aún. El propio John comentó que les está ganando la avaricia a los productores...

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