Siempre me he quejado de los ridículos títulos en español que les ponen a las películas. En este caso, a pesar de que se trata de la traducción literal, suena raro. Pesadilla en la calle del infierno era un gran título; decía mucho más que su título original: Pesadilla en la calle Elm.
De esta nueva pesadilla me habían contado y había leído malas cosas. Sin embargo, al ser Freddy Krueger uno de los mejores personajes en la historia del cine de terror, tenía que verla.
Antes de iniciar, tengo que reconocer que de las siete películas de la saga, sólo valen la pena la 1 y la 3 (casualmente donde interviene Wes Craven: en la 1 la escribe y la dirige y en la 3 se encarga del libreto), las demás son muy malas. Pero esas dos películas son una joya. Las considero clásicas del cine de terror; de culto. Y no escribo lleno de nostalgia. Antes de ver esta nueva versión, repasé toda la saga. La 1 y la 3 no han envejecido. Se sienten frescas; sólo notas la época por la ropa. Aún los efectos se ven muy bien.
Empecemos propiamente con la reseña. Generalmente no acostumbro contar la historia para no arruinarles la película. En esta ocasión sí lo haré.
El reparto parece salido de la saga de Crepúsculo. De hecho, el protagonista parece el hermano menor del vampiro metrosexual Edward. Además, en ningún momento les crees que están en la preparatoria. Todos se ven mayores de 20 años. Este defecto también lo cometieron en la saga original, donde nos querían hacer creer que los personajes tenían 15 años. Pero de la 1 salió Johnny Depp y de la 3 Patricia Arquette. Estos nuevos chavitos no tienen personalidad y sus habilidades actorales dejan mucho que desear.
La historia trata de unos chavos que empiezan a soñar con un hombre quemado, de suéter a rayas, sombrero y guante de cuchillos en una mano, que trata de matarlos mientras duermen, y si mueres mientras duermes, mueres realmente. Obviamente, los chavos sobrevivientes buscarán el por qué les está pasando eso.
En la original, hay todo un trasfondo psicológico de esta situación, y son los psicólogos los que exponen estos puntos durante la película. En la nueva, los propios chavos llegan a esas conclusiones. Ellos mismos investigan en internet, en bibliotecas… y se vuelven expertos en esos temas… ¡por favor!
Además de no contar con Wes Craven ni como de ejecutivo (sólo se menciona en los créditos que se basaron en sus personajes) tampoco lo hacen con el que le dio vida a uno de los mejores personajes de terror, Freddy Krueger, o sea, Robert Englund.
Englund llenó de personalidad al personaje. Siniestro, sarcástico, cómico. ¿Cómo olvidar la sonrisa y la mirada del Freddy original? Ahora recurrieron a Jack Earle Haley, famoso por su interpretación de Rorschach en Watchmen. El problema es que el director, Samuel Bayer (famoso por su carrera video musical), en su afán de dotar de realismo al personaje, nos muestra a un Freddy imposibilitado para sonreír, sin mirada, debido a las quemaduras. O sea, sin personalidad. Para mostrar las quemaduras recurrió al mismo efecto mostrado en Dos Caras (piel hecha jirones por donde se alcanzan a ver los dientes) de El caballero de la noche. Y no entendí el por qué de la voz tan ronca.
Le quitaron todo el humor, el sarcasmo. Lo hicieron un ser rudo, algo así como un slasher del más allá.
En las originales, Freddy por sí mismo no asustaba; lo que causaba pánico eran todas las cosas que podía hacer: llaves de lavabos que cobraban vida, regaderas que te seguían, camas de agua que te atrapaban, televisiones que te invitaban al suicidio… En la nueva se deshicieron de toda esa fantasía siniestra y recurrieron al “buu”. Siguiendo el (mal) ejemplo de los remakes de películas asiáticas, el miedo radica en la sorpresa de ver repentinamente a Freddy.
El director abusa de ahí viene Freddy, ahí viene, te va a encajar su garra… y en ese preciso instante, despiertas del sueño. Esto lo hace más de cuatro veces.
Se piratea (aunque probablemente se defenderá diciendo que era un guiño a las originales) algunas escenas como cuando Freddy a través de una pared se asoma a ver a su víctima… el efecto es malísimo, mil veces mejor la pared de látex de la original; también repite la escena de quedarse dormido en clase; luego una versión patética de la escena original (inmortal) de sangre brotando de la cama; y bueno, la escena final es un clon del final original, pero en lugar de ser por la puerta, es por un espejo.
Muchas situaciones no cuadran: resulta que todos los chavos fueron al mismo kínder, pero ninguno lo recuerda… la protagonista descubre, al arrancarle un trozo de suéter a Freddy, que puedo traerlo a la realidad… ¡En eso se basó toda la tercera parte original! Aquí llegó en un minuto a la misma conclusión… Y una vez que lo trae a la realidad, obviamente ya podrán matarlo, pero aún en la “realidad” Freddy sigue siendo fuerte, situación muy rara: es flaco y chaparro.
Los protagonistas repiten hasta el cansancio que si mueres mientras duermes, hasta ahí llegaste y, tratando de aportarle algo novedoso, meten (muy a fuerza) lo de las “micro siestas”.
¿Y qué pasó con la cancioncita que ponía los pelos de punta? Sólo se escucha una vez como no queriendo.
1, 2, FREDDY´S COMING FOR YOU
3, 4, BETTER LOCK YOUR DOOR
5, 6, GRAB YOUR CRUCIFIX
7, 8, BETTER STAY UP LATE
9, 10, NEVER SLEEP AGAIN.
Nos quieren hacer creer que Freddy es inocente, que no abusó de esos pequeños niños, que eran mentiras… por eso ha regresado para vengarse, ¡pobrecito!... para luego cambiar de rumbo y decirnos que sí lo hizo y que ha regresado porque los chavitos le contaron a sus papás y terminaron por quemarlo vivo.
Un artículo mostraba lo novedoso que sería el guante de garras, que se hicieron varios modelos, que cada cuchilla tendría vida propia, que parecerían extensiones de los dedos (muy a la Wolverine)… pero en pantalla no se nota.
Una verdadera decepción.
Cuando mis primos y conocidos adolescentes la vean, seguramente se preguntarán por qué diablos me gustaba tanto Pesadilla en la calle del infierno… mi respuesta será prestarles la 1 y la 3 original.
Señor Bayer regrese a dirigir vídeos musicales y señor Bay (productor) mejor dedíquese a convencer a Megan Fox de continuar en la saga mega churrera de Transformers.
Lamentablemente esta petición de nada servirá: en el 2012 se tiene programada la segunda parte.
ahí viene Freddy, ahí viene, te va a encajar su garra… jajaja eso parece cuento de terror para niñas de colegio de monjas.
ResponderEliminarCoincido, es horrible, fue muy mala idea quitarle de un jalón a Freddy la expresividad y el sarcasmo.
Sí caray, hasta las peores de la saga original te hacían reír; éste nueva versión ni eso...
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