“Pasé por una depresión hace dos años. Fue una experiencia nueva para mí. Todo, fuese lo que fuese, carecía de importancia, era trivial. No podía trabajar.
A los seis meses decidí escribir un guión a modo de ejercicio. Era un poco como una terapia, una forma de saber si sería capaz de volver a hacer una película.
Acabé el guión y rodé la película sin mucho entusiasmo, usando la mitad de mi capacidad física e intelectual.
Tampoco trabajé en el guión como es habitual en mí. Añadí escenas sin tener una razón para hacerlo. Compuse imágenes sin pensar en la lógica ni en el dramatismo.
Una vez más el tema era la Naturaleza, pero era diferente, mucho más directa que antes. Más personal.
No hay un código moral específico en la película, y está basada en lo que algunos llamarían “necesidades básicas” en cuanto a la trama.
De joven leí a Strindberg. Me entusiasmé con lo que escribió antes de trasladarse a París y volverse alquimista, y con lo que escribió durante su estancia allí… el periodo que luego describiría como su crisis en el infierno.” *
El que se confiesa es Lars von Trier a propósito de su más reciente película, ANTICRISTO.
Lars es un cineasta danés famoso por películas como Dancer in the dark, Dogville, Manderlay… y por co-fundar (con Thomas Vinterberg) el movimiento Dogme95. Para permanecer a ese movimiento se tiene que cumplir con los 10 puntos acordados el 13 de Marzo de 1995 en Copenhage:
1. Los rodajes tienen que llevarse a cabo en locación. No se puede decorar ni crear un "set". Si un artículo u objeto es necesario para el desarrollo de la historia, se debe buscar una locación donde estén los objetos necesarios.
2. El sonido no puede ser mezclado separadamente de las imágenes o viceversa (la música no debe ser usada, a menos que esta sea grabada en el mismo lugar donde la escena está siendo rodada).
3. Se rodará cámara en mano. Cualquier movimiento o inmovilidad debido a la mano está permitido. (La película no debe tener lugar donde esté la cámara, el rodaje debe tener lugar donde la película tiene lugar).
4. La película tiene que ser en colores. Luz especial o artificial no está permitida (sí la luz no alcanza para rodar una determinada escena, esta debe ser eliminada o, en rigor, se le puede enchufar un foco simple a la cámara).
5. Se prohíben los efectos ópticos y los filtros.
6. La película no puede tener una acción o desarrollo superficial (no pueden haber armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia).
7. Se prohíbe la alineación temporal o espacial. (Esto es para corroborar que la película tiene lugar aquí y ahora).
8. No se aceptan películas de género.
9. El formato de la película debe ser de 35 mm.
10. El director no debe aparecer en los títulos de crédito.
Afortunadamente (para mí) o desgraciadamente para los seguidores del movimiento, ANTICRISTO no cumple con ninguno de esos puntos.
Desde la portada uno se da cuenta que la película generará polémica: una pareja teniendo sexo en un árbol por cuyas raíces externas salen brazos y piernas y el símbolo femenino para rematar la palabra ANTICHRIST.
El anticristo es una mujer. Aquella que está más en contacto con su lado salvaje, con su naturaleza. Todo eso que el cristianismo desprecia y ordena eliminar de nuestro sistema.
Se juega con la palabra Naturaleza, ya sea un bosque o nuestra propia naturaleza. A veces tenebrosa y otras apacible.
El sexo es una de nuestras sensaciones más primitivas. Una necesidad. Lo que nos hace salvajes, lo inmoral. Lo que han contaminado de culpa y remordimiento.
La secuencia inicial es magistral: una pareja teniendo sexo por toda la casa y un bebé (su hijo) que despierta. Todo en blanco y negro con música clásica de fondo y tomas en cámara súper lenta.
A partir de ese momento los personajes caen en un remolino de dolor y sufrimiento.
La pareja es interpretada por Willem Defoe y por Charlotte Gainsbourg (la ciencia del sueño). Él es terapeuta y ella está terminando su tesis. Los dos nos brindan actuaciones memorables, tanto que a ella la galardonaron con el premio a la mejor actriz en el festival de Cannes. Transmiten a la perfección todas las emociones que se manejan en la cinta. A pesar de que él, como hombre de ciencia, trata de mantenerse frío, sus rasgos nos indican que por dentro está deshecho. Ella se pierde completamente y sus emociones cambian en segundos. Lars opina lo siguiente de ellos: “Ya había trabajado antes con Willem, en Manderlay. Es un hombre muy agradable. Me preguntó si tenía algo para él y le dije que sí, pero que mi mujer decía que no tendría el valor de hacerlo. Creo que se picó. Pero es obvio que no le importa en absoluto mostrar su cuerpo y me parece que hace muy bien.
Hablamos con unas cuantas actrices, pero ninguna se atrevía. Charlotte no lo dudó ni un instante después de leer el guión. Y eso es lo mejor, dos actores que están realmente interesados en hacer la película. Tenían que estarlo porque les pedí mucho. Fueron asombrosos. Nunca he visto a nadie trabajar con la intensidad de Charlotte. Su guión estaba lleno de anotaciones que no quería enseñar a nadie.” *
A pesar de las imágenes poéticas, cortesía de Anthony Dod Mantle (Slumdog millionaire), la película es bastante perturbadora y terrorífica. No te puedes desprender de ella fácilmente. Referente a esto, Lars opina que “el cine es una pálida imagen de la realidad. Si lloras en una sala de cine, es una pálida imitación de una emoción similar que tuviste en la vida real. En este sentido, el cine es un medio de segunda porque siempre se nutre de emociones que pide prestadas a la vida real. Si alguien tiene miedo viendo una película, es porque tiene algún terror que puede sacar y usar viéndola. Pero el cine aporta otras cosas, además de despertar emociones.” *
La cinta está llena de símbolos, algunos relacionados con la religión y otros con la psicología. Siendo unos más obvios que otros. Aún así, sin entender algunos, se infieren y te mantienen enganchado.
Al principio Lars te lleva de la mano y luego te deja caer en el hoyo del zorro.
Lo fuerte de las escenas (violentas y sexuales) podría alejar al público, sobre todo a ese público (mal) acostumbrado a las suavidades hollywoodenses.
Esta es una cinta que amarás u odiarás.
Sólo dos películas me han perturbado dejándome en un trance casi zombie: Begotten de Merhige y ésta.
No sé cuándo se estrenará en México, pero pueden conseguirla en la PIRATECA (en frente de la entrada trasera de la CINETECA)
Para terminar, utilizaré una gran frase de la película:
“La naturaleza es la iglesia de Satanás”
*La entrevista a Lars von Trier, fue tomada de este blog.
'Acabé el guión y rodé la película sin mucho entusiasmo, usando la mitad de mi capacidad física e intelectual' Me queda claro -.-
ResponderEliminarMe pareció inncesariamente pesada y misógina.
Hay tanto esmero en el shock (bien logrado) que sacrifica la historia... ¿hay historia?
Siento que esa confesión se refiere a que en un principio no sabía bien lo que quería contar, pero al ir montando las imágenes encontró su historia. Historia que si existe y que en lo personal me agradó. Simplemente hay historias que te enganchan o no. Por ejemplo, no me enganchó la de Giallo. No la siento pesada; la encuentro densa y perturbadora. No creo que sea misógina, al contrario, le está dando todo el poder a la mujer. Por naturaleza la mujer es lo contrario al cristianismo. Al hombre lo pinta muy básico, secundario. Pero como comenté: son de esas películas que se aman o se odian; no hay medias tintas.
ResponderEliminarÑe, a mí me pareció que la mujer era una presa de sus emociones incontrolables (típico) y el hombre muy dueño de sí mismo, víctima de la locura femenina (típico también).
ResponderEliminarPero bueno, por esta ocasión te perdono tu mal gusto, jua jua.
Beso.
En el link que pongo de la entrevista se clarifica todo eso.
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