Por fin llegó a México la nueva película de Terry Gilliam, EL IMAGINARIO MUNDO DEL DOCTOR PARNASSUS (The imaginarium of doctor Parnassus).
¿Por qué las distribuidoras cuando ven que las películas rozan los límites de cine comercial y cine de arte les da miedo? ¿De plano sienten que no las entenderemos?
Aunque suene de mal gusto, bien pudieron jugar con el morbo de que fue la última película (incompleta) que rodó Heath Ledger antes de perder la vida. Muy poca publicidad, muy pocos cines y muy pocas funciones.
Sin embargo, ahí estuvimos.
A grandes rasgos la historia trata de un antiguo teatro itinerante que recorre las calles actuales de Londres presentando su peculiar espectáculo. El grupo lo integran el Dr. Parnassus (Christopher Plummer), su hija Valentina (Lily Cole), Percy (Verne Troyer) y Anton (Andrew Garfield). El espectáculo consiste en convencer al (poco) público reunido -a cambio de unas monedas- a pasar a través del espejo. A un mundo en donde, con la ayuda del Dr. Parnassus, se realizarán tus sueños. Pero no todo es color de rosa; aún en este mágico mundo se tienen que tomar decisiones, y si eliges mal, terminarás en el infierno.
Dos rasgos distintivos que encuentro en las películas de Terry son la basta imaginación y la acidez de su humor. Aquí no es la excepción.
Para contrastar el imaginario mundo que hay detrás del espejo, el teatro itinerante recorre las partes marginadas de Londres, esas que no salen en las postales. Decadencia, suciedad, lluvia... Así cuando cruzamos el espejo no podemos evitar la admiración. Los efectos especiales podrían parecer antiguos, sobre todo si los comparamos con los utilizados en las más recientes mega-producciones. Pero le dan un toque caricaturesco que vuelven todavía más fantasiosa y sinsentido la trama.
Pequeños números musicales me hicieron recordar su etapa en Monty Phyton. Hace un claro llamado a no eliminar de nuestra vida la imaginación: "el universo existe porque se siguen contando historias". Critica a la religión y reflexiona acerca de las opciones que tenemos que elegir en cada camino, volviéndose infinitas como laberinto borgiano.
Juega con las representaciones del bien y del mal. Obviamente, el bien está representado por el Dr. Parnassus y el mal por el Sr. Nick (Tom Waits). Este diablillo es buena onda, de hecho, saca de la ignominia al Dr. Parnassus. Pero como todo ser inmortal, se aburre fácilmente y las apuestas es el único medio para mantenerlo despierto. Apuesta con el Dr. Parnassus; dejándolo ganar en muchas ocasiones (concediéndole la inmortalidad), pues sabe que sin el juego, su vida no tendría sentido. La trama se complica cuando el Sr. Nick exige un pago y cuando aparece Tony en la historia (Heath Ledger).
Es bien sabido que Ledger no terminó de rodar todas sus escenas. Por lo que Gilliam tuvo que modificar el guión. Para eso entró al quite una tripleta estelar: Jude Law, Jhonny Depp y Colin Farrell. Contrario a lo que se podría pensar, la historia no se ve parchada. Es más, si Ledger aún viviera, las modificaciones seguirían funcionando perfectamente.
El mejor acierto de la película es el gran reparto con el que contaron. Cada uno de los actores nos brindan actuaciones sobresalientes. De Plummer no nos extraña, tiene todas las tablas del mundo y nos transmite la tortura que es la inmortalidad y el gran amor que siente por su hija. Waits hace un papel memorable; su voz rasposa y su bigotito llenarían de orgullo al mismísimo Satanás. Troyer se encarga de hacernos reír con sus comentarios filosos y nos demuestra que el tamaño no tiene nada que ver con la calidad de la actuación. Ledger y sus amigos mantienen el nivel al que nos tienen acostumbrados. Pero los que me sorprendieron fueron la señorita Cole (que la veremos como Alicia en Phantasmagoria, la vida de Lewis Carroll dirigida por Manson) y el joven Garfield. Lily desborda inocencia y sexualidad y Andrew está lleno de carisma y frescura.
No es una película fácil, le exige al espectador, no sólo 123 minutos de su tiempo, sino toda su imaginación.
A muchos no les gustará o ni se enterarán de su existencia. Eso no importa, pues "nadie impedirá que se sigan contando historias".
El afiche para promover la película en México es bastante malo, por eso no lo he puesto; a cambio, puse los utilizados en diferentes países.
Muy buena película, todos los personajes están muy bien desarrollados y la historia es muy buena.
ResponderEliminar... pero que cagada de póster, fue lo único malo.