CANCIONERO

Dos nuevas inclusiones al CANCIONERO:

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Ojos aguados. Dedos estupefactos. Escoliosis y la mente, como el monitor, en blanco. Vamos ché, ¿por qué dejar que tus sueños se desperdicien? Sudor en la frente cual si fueran las huellas de un caracol invisible. Sien pulsante. Capilares rotos. Vello erizado y sabor a derrota en la lengua. Sé vos, no más, y al mundo salvarás, ¿por qué engañarse y mentirse? Dedos desperezándose. Ojos aguzados. La mente copada de colores. El caracol invisible empujando tu mano derecha. Sé vos. El dedo índice sobre la tecla. Sé vos. Click.

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Despierta sin la más mínima intención de levantarse pero el chirrido de la alarma y los rayos solares quemándole las retinas le recuerdan que tiene que hacerlo. Al no encontrar una camisa limpia se da cuenta que hoy el mundo conspirará en su contra. Con rostro duro encara las vicisitudes de su cada vez más intrascendente existencia hasta que los susurros franceses de la Gainsbourg envuelven, a modo de resonancia magnética, su cada vez menos constreñido cerebro.