lunes, 5 de abril de 2010

DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS

Por fin se estrenó en México (su estreno en Estados Unidos fue el 16 de Octubre) DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS.

Esta cinta dirigida por Adam Spiegel, mejor conocido como Spike Jonze (¿quieres ser John Malkovich?, el ladrón de orquídeas y una larga lista de videos musicales) está basada en el cuento infantil WHERE THE WILD THINGS ARE, escrito e ilustrado por Maurice Sendak en 1963.

Cuando se adapta al cine una novela o cuento, se tiende a prescindir de bastante información. Este caso es todo lo contrario. El texto original es el siguiente:

La noche que Max se puso su traje de lobo
y se dedicó a hacer travesuras de una clase y de otra
su madre lo llamó “¡MONSTRUO!”
y Max le contestó “¡TE VOY A COMER!”
y lo mandaron a la cama sin cenar.

Esa misma noche nació un bosque en la habitación de Max
y creció y creció hasta que había lianas colgando del techo
y las paredes se convirtieron en el mundo entero
y apareció un océano con un barco particular para él
y Max se fue navegando a través del día y de la noche
entrando y saliendo por las semanas
saltándose casi un año hasta llegar a donde viven los monstruos.

Y cuando llegó al lugar donde viven los monstruos
ellos rugieron sus rugidos terribles y crujieron sus dientes terribles
y movieron sus ojos terribles y mostraron sus garras terribles
hasta que Max dijo “¡QUIETOS!”
y los amansó con el truco mágico de mirar fijamente a los ojos amarillos
de todos ellos sin pestañear una sola vez y se asustaron
y dijeron que era el más monstruo de todos
y lo hicieron rey de todos los monstruos.

“Y ahora”, dijo Max, “¡que empiece la fiesta monstruo!”


“¡Se acabó!”, dijo Max, y envió a los monstruos a la cama sin cenar.

Y Max, el rey de todos los monstruos, se sintió solo y quería estar
donde alguien lo quisiera más que a nadie.

Entonces desde el otro lado del mundo lo envolvió un olor de comida rica
y ya no quiso ser el rey del lugar donde viven los monstruos.

Pero los monstruos gritaron “¡Por favor no te vayas, te comeremos, te queremos tanto!”
y Max dijo “¡No!”

Los monstruos rugieron sus rugidos terribles y crujieron sus dientes terribles
y movieron sus ojos terribles y mostraron sus garras terribles,
pero Max subió a su barco particular y les dijo adiós con la mano
y navegó de vuelta saltándose un año entrando y saliendo por las semanas
atravesando el día hasta llegar a la noche misma de su propia habitación
Donde su cena lo estaba esperando y todavía estaba caliente.


La historia es breve, pero te deja imaginar todo lo que hay detrás del mundo de Max y de sus “monstruos” y las ilustraciones son magistrales.
Esta es la parte que los guionistas Spike Jonze y Dave Eggers tuvieron que explotar para poder hacer del breve cuento un largometraje.

A pesar de la infame tradición de ponerle nombres ridículos en español a las películas, Donde viven los monstruos es un muy buen título. Aunque, ya sea al leer el cuento o ver la película, nos damos cuenta de que no se trata del tradicional significado de la palabra “monstruo”, sino más bien de esas cosas salvajes que viven dentro de nosotros.

En el cuento Max es un diablillo. En la película encontramos de dónde proviene esa furia. Max (Max Records) es un niño de 9 años, hijo de una madre soltera (Catherine Keener) con una hermana adolescente, Claire, que no lo pela. Se agradece que no hayan tratado al personaje de forma unidimensional. Max no es un niño totalmente triste. Como todo niño, es una mezcla de emociones contenidas que deja salir con sus “gruñidos”.

De todo esto nos damos cuenta con un par de diálogos y con secuencias emotivas donde la cámara nos permite estar a escasos centímetros de Max y de empaparnos de todas esas emociones.

Tanto en el cuento como en la película viajamos al fantástico mundo que habita en el interior de Max. Jonze tuvo que hacer algunas modificaciones para que este viaje fantástico fuera lo más real posible y nos la creyéramos a pesar de no tener la viva imaginación de un niño. Por lo que era de vital importancia la creación de los “monstruos”.

Cuando vi a los “monstruos” en pantalla me sentí igual que de niño al ver los personajes de La historia sin fin. Jonze, muy a la “vieja escuela” utiliza disfraces y animatronics sorprendentes que nos hacen olvidar las películas recientes retacadas de efectos especiales. Los “monstruos” cinematográficos son una copia al carbón de los ilustrados por Sendak y la interacción con Max es increíble.

Estos “monstruos” rompen con el estereotipo. No son solamente feroces y terribles. Tienen sentimientos, sueños y problemas. De esto uno se puede dar cuenta simplemente observando la portada del libro. ¿Qué estará soñando el toro?

Fácilmente estos “monstruos” de tres metros de altura (exceptuando a Alexander, la cabra) crean empatía. Sus problemas nos son familiares. Y ven en Max al rey que puede solucionarlos.
A pesar de que en el cuento no se mencionan, en la película cada uno de los “monstruos” tiene su nombre. No he encontrado en qué se basaron para nombrarlos, pero es importante señalar que Maurice Sendak funge como productor y fue él mismo quien eligió a Jonze para darle vida a su relato.

Un gran reparto le da voz a nuestros “monstruos”:
James Gandolfini como Carol
Lauren Ambrose como KW
Chris Cooper como Douglas
Forest Whitaker como Ira
Catherine O'Hara como Judith
Paul Dano como Alexander
Michael Berry Jr. como The Bull

Karen O (voz de los Yeah yeah yeahs) se encarga de la música haciéndonos gritar, al igual que Max, en los momentos más intensos.

Como toda buena obra de arte, la película tiene varias lecturas. Se puede ver como una película infantil de aventuras y además podemos encontrar temas complejos como el manejo de la ira y la fragilidad de nuestra existencia.

Es una película emotiva con un mensaje claro pero que no nos mete a la fuerza la tradicional moraleja. Nos pone del lado de Max, y a lo mejor por esto, algunos padres conservadores no la encontrarán apta para sus menores.

Hace mucho que una película no me transportaba a mi cada vez más lejana niñez.
Valió la espera.

El libro está editado por Alfaguara y se consigue en cualquier librería.

2 comentarios:

  1. Ruges como Carol, jijiji.
    También la disfruté mucho. El contexto de Max me gustó mucho porque no cae en chistes forzados ni sensiblerías. Muy recomendable.

    ResponderEliminar