lunes, 29 de junio de 2009

EMILIANO GONZÁLEZ 03

Ahora, algo de poesía de Emiliano González:

A UN VIEJO POETA SABIO

Las horas de tu vida son de todos.
Fatigas los ocasos con tu sombra;
Los libros cotidianos y la alfombra
Conocen tu rondar y tus recodos.
Objetos permanentes, artes, modos
De ser en otro ser que no se nombra
Tuyos y nuestros son: no nos asombra.
Dejaste ya los nombres, los apodos
De Dios a tus enérgicos lectores.
Perdónalos: son pocos pero el tiempo
Hará infinito el número en amores.
Tu libro recibí. Ya me atarea
Su rosa inmemorial, que es la del Tiempo.
¿El último, quizá. . ? Que no lo sea.

GLENARVAN, PINTOR DE CABALLOS, MIRA SUS MANOS

Mis manos, torpes manos que delatan
El vértigo falaz y los confines
De páramos distantes, de jardines,
Se obstinan en culparme. Así dilatan
El curso de los años y me matan
En cada bosquejar locos rocines.
"De nada servirá que te persignes"
Dicen cuando en plegarias se desatan.
Yo pienso al ver crecer mis cicatrices,
Los símbolos que el Tiempo ha diseñado,
En lúgubres y pálidas actrices
Que ignoran su papel de espada y capa.
En ese arbitrio vil, todo arañado
El cielo nocturnal hizo su mapa.

IN MEMORIAM

Tu muerte es un insulto a la lujuria
Del verso que en sí mismo se solaza
Durante los melindres de la caza
Herética de símbolos y furia.
Celoso de tu fin pleno de rosas
Profana con frialdades de cicuta
La carne virginal, te llama puta
Con sólo amalgamar frases hermosas.
Ajena a esta comedia te incorporas
Al polvo residual del Camposanto
Bajo árboles, raspando vanas horas
Hechas de eternidad, de sangre seca.
Mi asiduo poetizar urde su espanto:
Huevo conjetural, suerte de mueca.

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