Los orientales son por naturaleza entes misteriosos.
Ojos pequeños, rostros inexpresivos y una cultura totalmente diferente a la nuestra.
Es en vano tratar de descifrarlos.
Sus películas no son la excepción. Poseen un sentido altamente desarrollado de lo estético y sus historias son refrescantes.
Han sabido explotar este misterio en sus películas de horror.
Puede ser que de primera instancia no logremos identificarnos con los personajes, pero en seguida nos vemos sumergidos en su espiral de locura.
Lovecraft tenía toda la razón al decir que "la sensación más antigua y más fuerte del hombre es el miedo; y el miedo más antiguo y más fuerte es el miedo a lo desconocido"
Hace algunos años tuvieron auge estas películas orientales de fantasmas de larga cabellera negra y llenos de motivos acuáticos.
Los gringos no tardaron en hacer refritos, algunos muy buenos, y rápidamente sobre-explotaron el tema.
Por eso es tan refrescante ver una película que no toca esa temática.
UZUMAKI es una película japonesa del 2000 dirigida por Higuchinsky. Está basada en la manga, del mismo nombre, creada por Junji Ito.
Mis conocimientos de manga son ínfimos, así que citaré a Mauricio Matamoros Durán de su libro: La imágen reptante; H. P. Lovecraft y el cómic mundial.
"... de Oriente ha llegado un horror tan original como el concebido hace más de medio siglo por el creador de los Mitos de Cthulhu, y el cual tampoco mira indiferente a aquél ambiente enrarecido y de olor a mar que llegó de Providence.
Junji Ito indudablemente se cuenta entre los innovadores recientes al Horror, desde la tribuna de la historieta japonesa: el manga. Delimitado tan sólo por la tinta y el papel, Ito ha creado un universo de auténtico terror a lo desconocido incrustrado en la -en apariencia inquebrantable- forma humana, y sus escenarios supuestamente alejados de lo sobrenatural. Ito hace del cuerpo humano una materia puesta para la experimentación de lo grotesco, y de ahí, por extensión, una exploración del universo desconocido como espacio integral de lo más oscuro de la mente y el alma humana, ya sea en historietas protagonizadas por una mujer de indescriptible belleza que enloquece de amor a los hombres llevándolos a una pasión homicida (Tomie), sobre un pueblo costero que se rige y se pierde con la maldición del espiral (Uzumaki) o, entre otras, una ciudad diezmada por una plaga de peces y mamíferos marinos que invaden la superficie (Gyo). Con Ito los sucesos más extraordinarios, absurdos e increíbles encarnan a través de la línea realista y barroca de la tinta en su mano, creando un real y absoluto sentimiento de horror pocas veces producido desde el papel."
Efectivamente, la película es una espiral de sucesos extraordinarios y absurdos. Cuenta la historia de un pueblo costero, Kurouzo-chó, cuyos habitantes poco a poco van perdiendo la razón (clara influencia de Dunwich o Insmouth de Lovecraft) debido a que en todos lados se encuentra "la espiral".
El ambiente es oscuro, asfixiante y desolador (otra clara influencia de Lovecraft) donde a veces no podemos distinguir si se trata del mundo de los vivos, de los muertos o de los sueños.
La obsesión por el espiral (que afortunadamente no se explica) se apodera de los habitantes del pueblo arrastrándolos a cometer locuras (bonitas escenas gore).
A pesar de que no se trata de una adaptación de un cuento de Lovecraft, es la primer película que veo que logra transmitir esas atmósferas sofocantes de sus historias.
La fotografía (tonos verdes), los efectos visuales y la música nos envuelven llevándonos por la espiral de imágenes alucinantes que no podremos borrar de nuestras mentes.
Cuando el espiral se hace evidente, en cada escena aparecerá uno escondido; es divertido encontrarlo.
Resumiendo: Si ya se hartaron de las películas de horror que involucran niñas de largas cabelleras y buscan algo diferente, esta es una excelente opción; y para los amantes del trabajo de Lovecraft, el poder ver (por fin) en la pantalla sus atmósferas y una historia llena de horror cósmico les dibujará una sonrisa en su rostro.
Ojos pequeños, rostros inexpresivos y una cultura totalmente diferente a la nuestra.
Es en vano tratar de descifrarlos.
Sus películas no son la excepción. Poseen un sentido altamente desarrollado de lo estético y sus historias son refrescantes.
Han sabido explotar este misterio en sus películas de horror.
Puede ser que de primera instancia no logremos identificarnos con los personajes, pero en seguida nos vemos sumergidos en su espiral de locura.
Lovecraft tenía toda la razón al decir que "la sensación más antigua y más fuerte del hombre es el miedo; y el miedo más antiguo y más fuerte es el miedo a lo desconocido"
Hace algunos años tuvieron auge estas películas orientales de fantasmas de larga cabellera negra y llenos de motivos acuáticos.
Los gringos no tardaron en hacer refritos, algunos muy buenos, y rápidamente sobre-explotaron el tema.
Por eso es tan refrescante ver una película que no toca esa temática.
UZUMAKI es una película japonesa del 2000 dirigida por Higuchinsky. Está basada en la manga, del mismo nombre, creada por Junji Ito.
Mis conocimientos de manga son ínfimos, así que citaré a Mauricio Matamoros Durán de su libro: La imágen reptante; H. P. Lovecraft y el cómic mundial.
"... de Oriente ha llegado un horror tan original como el concebido hace más de medio siglo por el creador de los Mitos de Cthulhu, y el cual tampoco mira indiferente a aquél ambiente enrarecido y de olor a mar que llegó de Providence.
Junji Ito indudablemente se cuenta entre los innovadores recientes al Horror, desde la tribuna de la historieta japonesa: el manga. Delimitado tan sólo por la tinta y el papel, Ito ha creado un universo de auténtico terror a lo desconocido incrustrado en la -en apariencia inquebrantable- forma humana, y sus escenarios supuestamente alejados de lo sobrenatural. Ito hace del cuerpo humano una materia puesta para la experimentación de lo grotesco, y de ahí, por extensión, una exploración del universo desconocido como espacio integral de lo más oscuro de la mente y el alma humana, ya sea en historietas protagonizadas por una mujer de indescriptible belleza que enloquece de amor a los hombres llevándolos a una pasión homicida (Tomie), sobre un pueblo costero que se rige y se pierde con la maldición del espiral (Uzumaki) o, entre otras, una ciudad diezmada por una plaga de peces y mamíferos marinos que invaden la superficie (Gyo). Con Ito los sucesos más extraordinarios, absurdos e increíbles encarnan a través de la línea realista y barroca de la tinta en su mano, creando un real y absoluto sentimiento de horror pocas veces producido desde el papel."
Efectivamente, la película es una espiral de sucesos extraordinarios y absurdos. Cuenta la historia de un pueblo costero, Kurouzo-chó, cuyos habitantes poco a poco van perdiendo la razón (clara influencia de Dunwich o Insmouth de Lovecraft) debido a que en todos lados se encuentra "la espiral".
El ambiente es oscuro, asfixiante y desolador (otra clara influencia de Lovecraft) donde a veces no podemos distinguir si se trata del mundo de los vivos, de los muertos o de los sueños.
La obsesión por el espiral (que afortunadamente no se explica) se apodera de los habitantes del pueblo arrastrándolos a cometer locuras (bonitas escenas gore).
A pesar de que no se trata de una adaptación de un cuento de Lovecraft, es la primer película que veo que logra transmitir esas atmósferas sofocantes de sus historias.
La fotografía (tonos verdes), los efectos visuales y la música nos envuelven llevándonos por la espiral de imágenes alucinantes que no podremos borrar de nuestras mentes.
Cuando el espiral se hace evidente, en cada escena aparecerá uno escondido; es divertido encontrarlo.
Resumiendo: Si ya se hartaron de las películas de horror que involucran niñas de largas cabelleras y buscan algo diferente, esta es una excelente opción; y para los amantes del trabajo de Lovecraft, el poder ver (por fin) en la pantalla sus atmósferas y una historia llena de horror cósmico les dibujará una sonrisa en su rostro.
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